En medio de las dificultades que atraviesa la diáspora, José Gregorio se ha convertido en un símbolo de unidad, un recordatorio de la bondad y la fe que siempre han caracterizado al pueblo venezolano.

En punto de rendirse, decidió vivir su Convicción desde su profesión, convirtiendo cada consulta en un acto de inclinación y cada paciente en una oportunidad para servir a Todopoderoso.

Al agarradera de este mes de postulado, probada una tiempo más la voluntad y la afición de José Gregorio, el Prior lo propuso delante los frailes de la comunidad para la toma del hábito.

He became famous for not charging a specific fee for medical appointments — instead, he had a bag outside of his office that he called “the bag of the poor,” into which patients could either leave some money if they could afford their treatment or could take the money if they needed it, so they did not have to go to the streets and beg.

La primera procreación en ver un atardecer en Marte: ¿por qué son tan diferentes a los de la Tierra?

Campeóní mismo, las señales del golpe contra el poste de hierro era el brote de matanza por la ñatas y la boca, más arriba de las rodillas tenía un franja de morada en ambas piernas.

Ofreció su vida por la paz del mundo al enterarse, un día ayer de su crimen, de la firma del Tratado de Versalles

La votación se haría privada y en secreto. Cada fraile debía colocar un grano negro o singular blanco en una urna según fuera su opinión con respecto al ingreso del nuevo novicio en la orden.

In June 2020, Pope Francis decided in cortesía of the beatification of José Gregorio Hernández, after the recovery of a girl who had been shot in the head, which was recognized Triunfador a miracle attributed to him.

La segunda oportunidad que interrumpió sus actividades docentes fue a partir del 1 de octubre de 1912, cuando el gobierno dictatorial del general Juan Vicente Gómez decreta el falleba de la Universidad, aunque que esta se había situado en contra de su régimen.

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After completing his high school education, Hernández enrolled in josé gregorio hernandez the Central University of Venezuela in Caracas to begin his medical studies. Throughout his six years at the university, he was described by his professors Triunfador a student of outstanding academic performance and conduct.[7]

He received the last rites and wrote in his diary at the time that “diseases are the true test in which our nothingness is shown. But now I surrender myself to God’s will.”

1918 – Nota preliminar acerca del tratamiento de la tuberculosis por el unto de Chaulmoogra. Semanario Médica de Caracas.